lunes, 23 de abril de 2012

AEV EL ESPACIO PÚBLICO COMO IDEOLOGÍA


EL ESPACIO PÚBLICO COMO DISCURSO
El espacio público aumenta su consideración en las ciudades ya que es un elemento inmanente de toda morfología urbana en el sentido de objeto de urbanismo y de urbanidad.
Los discursos políticos relativos al concepto de ciudadanía y a la realización de los principios igualitaristas atribuidos a los sistemas democráticos  como de un urbanismo y una arquitectura que trabaja de una forma no menos ideologizada.
El valor espacio público apenas aparece en estos discursos y si aparece es a partir de otros conceptos como “espacio social”, “espacio común”, “espacio compartido”… Y lo expresan como sinónimo de calle o incluso acera. Una manera buena de llevarlo a cabo sería exponiendo el concepto como un espacio de y para las relaciones de público. Debe ser distinguido del espacio privado.
El espacio público en cuanto categoría política recibe dos interpretaciones: oposición entre polis y oikos, institucionalización de la censura de la actividad gobernante sobre la base de una estructura sociopolítica fundada en las libertades formales. Ninguna de estas dos está vigente en la actualidad.
La definición que se está viendo en la actualidad de espacio público seria como conjunto de lugares de libre acceso y la del espacio público como ámbito en el que se desarrolla una determinada forma de vinculo social y de relación con el poder.
El espacio público había permanecido en discusiones teóricas en filosofía política si se hubiera transcendido de alguna manera la distinción entre lo público y privado que se limitaría a identificar el espacio público como espacio de visibilidad generalizada.
Otro dato a resaltar de los espacios públicos como discurso es el de ciudadanismo que se plantea como una especie de democraticismo radical que trabaja en la perspectiva de realizar más factible el modo de vida y como asociación ética. Pero el ciudadanismo es también dogma de referencia de un conjunto de movimientos de reforma ética del capitalismo. Esa ideología, que no impugna el capitalismo, sino sus “excesos”.
La noción de espacio público tiene como protagonista al ciudadano que sería el mediador por el cual se expresa las estrategias o estructuras mediante las que se produce una conciliación entre sociedad civil y Estado.
EL ESPACIO PÚBLICO COMO LUGAR
Es ese espacio que es o se espera que sean los exteriores de la vida social: la calle, el parque, la plaza. Su papel es más trascendente ya que se le asigna la tarea estratégica de ser el lugar en que los sistemas democráticos ven o deberían ver confirmada su naturaleza igualitaria, el lugar donde se ejercen los derechos de expresión y reunión.
Ese espacio es un ámbito de lo que Lukács hubiera denominado cosificación, puesto que confiere la responsabilidad de convertirse como sea en lo que se preopune que es y que en realidad solo es un debería ser. El espacio es una de aquellas nociones que exige la realidad que evoca y que invoca, una ficción nominal para inducir a pensar y actuar de cierta manera  como realidad objetiva.
El objetivo es litúrgico-teológico ya que supone una serie de operaciones rituales y unos cuantos ensalmos y una entidad puramente metafísica se convierten en una cosa sensible, que se puede tocar con las manos y ver con los ojos. Lo que antes era una calle ahora es un escenario inagotable para la comunicación e intercambio.
En la calle, devenida como espacio público, la figura del ciudadano se resume en los principios de igualdad y universalidad democráticas bajo el aspecto de usuario.
La experiencia real de lo que ocurre ahí afuera, en eso se da en llamar “espacio público” procura innumerables evidencias de que no es así. Todo tipo de estigmas y negativizaciones. Lo que se tenía por un orden social público basado en la adecuación entre comportamientos operativos pertinentes.
EL ESPACIO PÚBLICO CONTRA LA CHUSMA
Es una consideración patologizante de todo lo que no sea producción de consenso social. Lugar para la mediación entre sociedad y Estado organizado para que en él puedan cobrar vida los principios democráticos que hacen posible el libre flujo de iniciativas, juicios e ideas.
Lo “público” nació como dominio destinado a que se diluyeran en él grandes luchas de religión que como ámbito para la reconciliación y el consenso entre sectores sociales con identidades e intereses contrapuestos.
Sería la acción conjunta que renuncia al espacio material y se conforma a partir de un vínculo espiritual entre individuos dispersos, un conjunto humano del que el factor cohesionador son las opiniones que comparten unos componentes cuya coincidencia corporal es prescindible.
El objetivo es conseguir que las masas irraciales se conviertan en público racional y que los obreros y los miembros de otros sectores sociales eventualmente conflictivos o “peligrosos” se conciban a sí mismos como ciudadanos y no en el sentido que el término había adquirido.
Para ello se despliega un dispositivo pedagógico que concibe al conjunto de la población como escolares perpetuos de esos valores abstractos de ciudadanía y civilidad.
Se trata de un entorno intimidatorio, ejercicio de represión preventiva contra sectores pauperizados de la población: mendigos, prostitutas, inmigrantes… Estas reglamentaciones están sirviendo en la práctica para acosar a formas de disidencia política o cultura que se atreven a desmentir o desacatar el normal fluir de una vida pública declarada por decreto amable y desproblematizada.
El idealismo del espacio público no renuncia a verse desmentido por una realidad de contradicciones y fracasos que se resiste a reculara ante el vade retro que esgrimen los valores morales de una clase media 
bienpensante y virtuosa.

APORTACIONES Y REFLEXIONES
El siguiente vídeo que voy a exponer es de una localidad Villa Itati de Bernal que después de varias décadas, los vecinos y organizaciones sociales de la Villa Itati de Bernal, Quilmes; lograron recuperar tres espacios verdes comunitarios que estaban derruidos. Hoy son tres plazas donde juegan los niños y las familias. Herencia de la dictadura cívico militar que tuvo una política expresa en contra de los lugares de reunión: estableciendo el Estado de Sitio primero (por 8 años) y vendiéndolos luego ya en la democracia. La recuperación de los espacios públicos es el primer paso para la participación ciudadana. Asó lo entienden en ETIS y se lleva a cabo con los vecinos en esa localidad.
ALEJANDRO ESCRIBANO VILLEGAS

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