Las
actuales condiciones de vida urbana en nuestros países y los problemas inscritos
en la relación entre ciudad y educación, nos lleva a relevar la necesidad de
construir una pedagogía que aporte a la formación de una cultura ciudadana
democrática.
Hoy en día es necesaria una pedagogía que aporte la
formación de una cultura ciudadana, esto se debe a las condiciones de vida y la
relación entre sociedad y educación.
Para ello se necesitan unas bases que no son fáciles
de cumplir. Y muchos conceptos como el miedo, la incertidumbre, la exclusión
son fenómenos que están al orden del día en las ciudades y supone un punto de
mira para la pedagogía.
Se trata de hacer ciudad en la ciudad, habilitando
el ejercicio del estatuto de ciudadano, dando paso a los encuentros, sorpresas
y al azar proporcionando continuidades y referencias, hitos urbanos y entornos
protectores.
Los
autores pioneros de la confluencia pedagógica entre la vida urbana y los
procesos culturales, sociales y educativos adquieren relevancia en el paradigma
de la ciudad educativa. Colom nos expone que el desarrollo de la ciudad como
agencia educadora conlleva la democratización cultural, capaz de guiar por los
caminos de convivencia y solidaridad. Así la pedagogía urbana se comprenderá
como una fundamentación de la educación como instrumento democratizador y al
servicio de la solidaridad de los hombres.
Trilla,
observa tres dimensiones de análisis posibles que enriquecen la relación
educación y ciudad, desde dicho paradigma:
a)
La ciudad como contexto de educación (aprender en la ciudad), espacio donde
acontece el fenómeno educativo en toda su extensión asimilable científicamente,
educación formal y otras educaciones, además de expresión de una política
educacional territorial;
b)
La ciudad como medio o vehículo de educación (aprender de la ciudad), como un
entorno educativo, un agente de educación, formación y socialización, una escuela
de la vida;
c)
La ciudad como contenido educativo (aprender la ciudad), como contenido de la cultura
a transmitir en el espacio escolar, un componente importante del currículo.
Habría
que atender además, a las sensibilidades de mayor autonomía y diversidad
cultural, al mismo tiempo que abordar los miedos y angustias que rodean al
otro.
Por
otro lado, tiene que reconocer ciertas lejanías de las instituciones en cuanto
se encuentran más próximas a las lógicas mercantiles y de
segmentación/fragmentación social que a la protección y promoción de las
dinámicas socializadoras y comunitarias.
Pero
también, se tienen que valorizar las experiencias sociales, productoras de autonomía
interconectadas a la vida cotidiana, en cuanto empoderan y fortalecen la producción
solidaria de ciudad.
Un
desafío socioeducativo concreto en la actualidad es la disponibilidad que tengamos
como sociedad de abrir la ciudad a las nuevas generaciones, plantearnos “acerca
de los lugares que estamos dispuestos a abrir a los jóvenes, a esos recién llegados”. Frente a las fórmulas de
control dirigidas a ciertas adolescencias suburbiales, la
pedagoga propone abrir puntos de fuga en las ciudades que permitan a estos
jóvenes, escapar a ese destino irremediable. Uno de ellos es el pensar pedagógicamente
un trabajo pedagógico articulado en redes que produzca soportes educacionales
que permitan a esos adolescentes realizar nuevos trayectos y posibilidades de
culturización y construcción de socialidad.
También
es importante sistematizar, actualizar y reaprender de los proyectos y experiencias
realizadas recientemente en torno a la utopía de la ciudad educativa. Es el caso
de las propuestas de escuela ciudadana, articuladas al programa de
presupuestos participativos municipales, el trabajo de las coordinadoras de ciudades
educativas en diversos continentes (en el nuestro asociada estrechamente a
la defensa de los derechos humanos), el proyecto municipal de ciudad de los
niños, entre otros.
Respecto a la acción socioeducativa urbana en las últimas décadas han ocurrido tres dinámicas de acción social
desde las cuales podemos proyectar las prácticas de educación urbana en
nuestros países: la cultura de la educación popular, desarrollo local,
democratización.
Estas
corrientes de acciones socioeducativas desplegadas territorialmente, pueden
entenderse bajo la fórmula expresada anteriormente, de la vocación
practicista a la que alude Colom. En ellas encontramos vivencias,
prácticas, proyectos, reflexiones, sistematizaciones y proposiciones respecto a
los problemas y desafíos que permiten un desarrollo de la pedagogía urbana en
su conjunto. También excede las posibilidades que otorga el pensamiento
pedagógico urbano, abriéndose a nuevas comprensiones de lo pedagógico en
general.
La
pedagogía urbana en los últimos años, estas pueden expresarse sucintamente en
las siguientes corrientes y tendencias:
Educación Urbana: corriente
centrada en la gestión de los servicios escolares locales, la administración
municipal y los problemas sociales incidentes en la escuela.
Educación ciudadana: modalidades
de acción socioeducativa local que tradicionalmente abarca la participación comunitaria
y la mediación vecinal.
Ciudad Educativa: proyectos
socioeducativos y de participación ciudadana realizados a partir de
municipalidades de diversos países, sensibilizadas en la reconstrucción de
relaciones entre educación-cultura-participación ciudadana. Por ejemplo, la
ciudad de los niños y el programa de escuelas ciudadanas.
Educación Ambiental: corriente
socioeducativa que se instala en la acción socio territorial bajo modalidades de
educación no formal y grupos de acción ecológica abordando el resguardo de los
ecosistemas locales y la calidad de vida cotidiana.
Animación Socio-Cultural: prácticas
socioeducativas extendidas en varios países latinoamericanos que impulsan la
animación comunitaria y la gestión de las culturas locales, encuentro de
educación, arte y creatividad. La animación sociocultural conecta los problemas
urbanos al protagonismo de los sujetos, habitantes y/o actores locales.
Educación social: pensada
en torno a los problemas sociales y su asistencia, esta corriente
socioeducativa deviene hacia variadas modalidades de intervención educativa no
formal de personas en situaciones diversas de exclusión y marginación. “Derecho
de la ciudadanía que se concreta en el reconocimiento de una profesión de
carácter pedagógico, generadora de contextos educativos y acciones mediadoras y
formativas, que son ámbito de competencia profesional del educador social,
posibilitando: la incorporación del sujeto de la educación a la diversidad de
las redes sociales, entendida como el desarrollo de la sociabilidad y la
circulación social; la promoción cultural y social, entendida como apertura a
nuevas posibilidades de la adquisición de bienes culturales, que amplíen las perspectivas
educativas, laborales, de ocio y participación social”.
Educación Popular: prácticas
socioeducativas diversas y extensas en Latinoamérica que se orientan a la
promoción humana, la educación para el desarrollo, la educación de adultos y la
participación ciudadana. En general se plantean desde una óptica comprometida
con los sujetos populares y sus demandas históricas.
Educación patrimonial: tendencia
socioeducativa inscrita en la noción del valor de la creación cultural en la
historia humana, el sentido de las obras humanas, el espacio natural que nos
acoge, el testimonio de los tesoros vivos, ejemplos de nuestra tenacidad
por ser humanos.
Todas
estas manifestaciones de educación en la ciudad, sumadas las propias a la educación
escolar, forman parte del empoderamiento de las dinámicas y procesos ciudadanos.
Entonces, la educación en la ciudad puede aportar y/o facilitar la generación
de políticas socioeducativas y culturales interconectadas y transversalizadas por
los intereses de la gente; potenciamiento del saber social; ampliación de la democratización
local; la construcción de una ciudad para todos abriendo la educación a la
vida, desde la vida y por la vida.
APORTACIONES
Las
ciudades y nuevas las nuevas tecnologías están relacionadas últimamente, sin
embargo existe la denominada brecha digital en los ciudadanos (separación de las personas que utilizan las
TIC y aquellas que no tienen acceso a ellas.
Tenemos que luchas por crear y llevar a cabo proyectos en la ciudad, en sus
recintos públicos y culturales para acercar a todos las nuevas tecnologías que
por un motivo u otro no han podido acceder.
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